Los municipios beneficiados con esta nueva dotación fueron Aipe, Rivera, Campoalegre, Paicol, Yaguará, Palermo, Algeciras, Gigante, Tesalia, Villavieja, Hobo, Garzón, Teruel, Agrado y El Pital.
Una nueva entrega de equipos y herramientas a los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo del Huila, entregó la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena-CAM, con el propósito de contribuir a la prevención y control de emergencias, especialmente de incendios forestales.
Teniendo en cuenta que en lo corrido del 2017 al menos 311 incendios se registraron en el Huila, afectando a 2.121 hectáreas, la autoridad ambiental regional procedió a realizar una nueva dotación a los municipios más afectados con estas conflagraciones.
Las localidades beneficiadas con esta nueva dotación fueron Aipe, Rivera, Campoalegre, Paicol, Yaguará, Palermo, Algeciras, Gigante, Tesalia, Villavieja, Hobo, Garzón, Teruel, Agrado y El Pital.
Durante el 2017, la CAM dotó a los 38 Cuerpos de Bomberos del departamento con elementos como radio portátil digital, un moderno equipo GPS, binoculares, linternas LED, bombas de espalda y antorcha por goteo, elementos esenciales y prioritarios para la atención de en incendio.
“Con esta dotación se busca el fortalecimiento de la capacidad operativa y de respuesta de los Cuerpos de Bomberos voluntarios de los municipios, responsables del control y extinción de incendios forestales, a fin de mejorar la prevención de los mismos”, informó la CAM.
Corresponsabilidad
Vale la pena recordar que a través de la Ley 1523 de 2012 se estableció la Ley General de Bomberos de Colombia, determinando que la gestión integral del riesgo contra incendios es responsabilidad de todas las autoridades y habitantes del territorio colombiano, en especial de los municipios. En cumplimiento de esta responsabilidad, los órganos públicos y privados deberán contemplar la contingencia de este riesgo y adelantar planes, programas y proyectos tendientes a disminuir su vulnerabilidad.
Es así como las Corporaciones Autónomas Regionales como integrantes del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo y de los Consejos Territoriales de Gestión del Riesgo, en el desarrollo de los principios de solidaridad, coordinación, concurrencia y subsidiariedad positiva, deben apoyar a los entes territoriales de su jurisdicción en la implementación de los procesos de gestión del riesgo de acuerdo con el ámbito de su competencia.