La CAM ya tomó las medidas administrativas pertinentes, dando inicio a un proceso administrativo sancionatorio en contra de la propietaria del predio.
La zona de reserva de la cuenca hidrográfica del río Las Ceibas está siendo afectada por la utilización de plaguicidas que son empleados para el cultivo de lulo, actividad que se viene desarrollando en la vereda La Plata del municipio de Neiva.
El predio donde se está realizando estas labores de siembra se encuentra cerca a la Quebrada La Plata, una de las principales afluentes con las que cuenta el río Las Ceibas, el cual abastece de agua potable al casco urbano de la capital huilense.
El personal técnico del proyecto Ceibas que lidera la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena CAM, la Secretaría del Medio Ambiente de Neiva y el concejal Juan Carlos Ramón Rueda, visitaron la zona para verificar lo sucedido y denunciar públicamente que personas desconocidas de la región están cultivando lulo en grandes extensiones, contaminando con fuertes químicos los terrenos y el agua de la zona.
El coordinador del proyecto cuenca Río Las Ceibas, Javier Cardoso Gutiérrez manifestó que la CAM ya tomó las medidas administrativas pertinentes, dando inicio a un proceso administrativo sancionatorio en contra de la señora Ana Lucia Gómez propietaria del predio, quien ya rindió versión libre por estos hechos.
“La actividad que se está realizando en la zona de reserva no es permitida y vulnera el uso del suelo y buenas prácticas ambientales de acuerdo a la ley, de ser ratificados estos hechos en el proceso que se adelanta, la Corporación adoptará las sanciones a que haya lugar, por lo tanto queremos hacer un llamado a todos los habitantes de la zona de reserva de la cuenca del Río Las Ceibas a evitar todo tipo de acción que afecte la conservación, de lo contrario se verán expuestos en investigaciones”, precisó Cardoso Gutiérrez.
Según se estableció en la visita técnica, el daño ambiental está siendo generado por la propietaria de un predio, que a través de un contrato de arrendamiento, entregó un lote a personas provenientes del departamento del Caquetá, quienes ejercen la actividad económica de cultivar lulo, a través del uso indiscriminado de plaguicidas, afectando de manera ostensible el equilibrio ambiental de la zona.
Esta actividad está generando grandes daños en la reserva, máxime cuando se trata de sitios de ubicación ambiental estratégica, al estar próximos a los humedales de la Quebrada La Plata, en donde ya existen cerca de 11 hectáreas de este cultivo.
“Vine en el mes de diciembre de 2015 y habían sembradas 2 hectáreas de lulo, hoy estamos aquí y ya hay más de 11 hectáreas; cómo podemos ver, están deforestando para ampliar este cultivo”, denunció el concejal Juan Carlos Ramón.